martes, 2 de diciembre de 2008

4° Año Tecnicatura en Diseño Gráfico, Escuela de Artes Visuales Materia Diseño Institucional

Los trabajos que se muestran a continuación, son proyectos de los estudiantes de la materia Diseño Institucional, correspondiente al 4° Año de la carrera de diseño gráfico de la Escuela de Artes Visuales de San Martín "Antonio Berni"




Prof. Osvaldo E. Verger

lunes, 17 de noviembre de 2008

1° Tecnicatura Escuela de Artes Visuales ECI Diseño y Comunicación



El presente trabajo fue realizado por estudiantes de primer año de la carrera de diseño gráfico en el Espacio Curricular Institucional "Diseño y Comunicación" durante el ciclo lectivo 2008 y la consigna era realizar un contenedor-exhibidor para un video juego.






















domingo, 13 de abril de 2008

Permanencia del Arte

Permanencia del arte
Por Guillermo Jaim Etcheverry

(Revista La Nación, 30/3/08)

En el prólogo a su novela El negro del Narcissus, el gran escritor Joseph Conrad –ciudadano británico aunque nacido en 1857 en Berdic­zew, entonces parte de Polonia y en la actualidad de Ucrania– elabora una sugerente distinción entre el conocimiento y el arte. Conrad señala que el artista, al igual que el pensador y el científico, busca la verdad. Impresionado por el aspecto del mundo, el pensador se sumerge en ideas mientras que el científico lo hace en hechos. Ambos apuntan a cualidades humanas que nos orientan en la azarosa experiencia de vivir. En cambio, el arte apunta a una dimensión de nuestro ser que no depende de la sabiduría, sino que corresponde a una esfera muy distinta, y tal vez más permanente, de lo humano. Efectivamente, en el curso del tiempo se producen grandes cambios en el conocimiento. Se van desechando ideas, se cuestionan realidades establecidas, aparecen nuevos hechos e interpretaciones que llevan incluso a discutir teorías que en determinado momento parecen ser las más sólidas. La historia de la ciencia proporciona numerosos ejemplos de esta evolución y, precisamente, es esa condición de provisionalidad del conocimiento la que explica su avance. Este carácter mutable que tiene el saber científico, al estimular el cuestionamiento permanente, constituye el motor que impulsa su progreso. Así, por ejemplo, a partir de la concepción que de la realidad física tenían los griegos, se han ido sucediendo a lo largo de los siglos muchas otras teorías para explicarla. En el caso del arte, la situación es diferente. Para formalizar esta diferencia, Conrad realiza una muy acertada distinción entre aquello que constituye un don de lo humano y, por otro lado, lo que es adquirido. Aquel don –al que se dirigiría el arte– tiene un especial carácter de permanencia, de firmeza, de estabilidad. La creación artística se vincula con nuestra capacidad de experimentar placer, de sorprendernos. El arte está estrechamente relacionado con el ámbito del misterio, que es constitutivo y, por lo tanto, inseparable de nuestras vidas, compromete nuestro sentido de piedad, estimula la percepción de la belleza y, a veces, también del dolor. Mediante su obra, el artista no hace sino explorar la oscura aunque profunda sensación que todos experimentamos de pertenecer al conjunto de la creación. Frente a una obra de arte, nos sentimos hermanados. Se establece así una suerte de solidaridad que termina por reunir las soledades de muchos. De este modo, el arte contribuye a crear una comunidad de sueños, de alegrías y de penas, de aspiraciones e ilusiones, de esperanzas y también de temores. Contribuye a que los seres humanos logren experimentar la sensación singular de sentirse íntimamente vinculados unos con otros. Por eso, además del placer estético, hay que advertir en la creación artística esa importante función: generar y consolidar el espíritu de pertenencia a una comunidad. Nos permite comprobar que podemos compartir sentimientos con los demás humanos, independientemente de cualquier diferencia, incluso de tiempo y de espacio. Tanto frente a obras del pasado como de la actualidad podemos sentir hoy, junto a otros, igual asombro, similar placer, parecido deslumbramiento. No deja de sorprender esa suerte de comunión en el arte que se justifica, precisamente, por su característica de apelar a eso que Joseph Conrad, en el bello párrafo comentado, considera un don, algo intrínseco a la condición humana. Esta permanencia explica la singular continuidad del arte en el tiempo, su capacidad de atravesar las culturas, de tender un puente hacia los muertos y, también, paradójicamente, hacia quienes aún no han nacido.

domingo, 24 de febrero de 2008

Semiótica y Diseño

Las cosas naturales nos hablan, a las artificiales las hacemos hablar nosotros: estas nos cuentan cómo han nacido, qué tecnología se utilizó, y de qué contexto proceden. Nos explican también algo sobre el usuario, su estilo de vida, sobre su real o supuesta pertenencia a un grupo social, su aspecto. (Roland Barthes)

Tomando como ejemplo un objeto de uso sencillo, - una silla-, se puede mostrar que un proyecto de diseño no debe considerar solamente las exigencias ergonómicas, constructivas o de fabricación. Junto a la cuestión de qué tipo de asiento se trata, por ejemplo, silla de trabajo, doméstica de un sitio público, de colegio, si es una silla para uso breve o prolongado, una silla para niños o ancianos, etc., en el diseño también se trata de saber que connotaciones (por ejemplo significados subliminales) están contenidos en el gesto de sentarse.

Umberto Eco (1972) puso el ejemplo de un trono real, “sentarse” en él es sólo una función entre otras, que además en muchas ocasiones, no se ve satisfecha plenamente. El trono ha de irradiar una dignidad majestuosa, representar el poder, despertar veneración. Estos modelos de interpretación se pueden utilizar en otros tipos de silla. Una silla de oficina debe satisfacer perfectamente las exigencias ergonómicas, pero ha de simbolizar también la posición jerárquica del usuario en la empresa.

De este modo existen en el mercado diferentes modelos de sillas de oficina para secretarias, encargados, directivos y jefes. Que estos últimos sean los que realizan un menor trabajo físico, pero sin embargo siempre tengan la silla más cómoda, remite claramente a otras funciones no prácticas del producto. Las sillas no sólo sirven de respaldo al cuerpo, sino que también respaldan la personalidad, el lenguaje corporal, la posición social.

Una gran parte del trabajo creativo podría por tanto designarse “como trabajo sobre los significados” (Erlhoff 1987).

Bürdek B., Diseño. Historia. Teoría y práctica del diseño industrial, Gustavo Gilli, Barcelona, 1994. (pág. 130)

viernes, 22 de febrero de 2008

Trabajos Finales de Gráfica, FoBa Escuela de Artes Visuales Antonio Berni






















































Estos trabajos pertenecen a la entrega final de la materia "Gráfica" correspondiente al ciclo de Formación Básica de la Escuela de Artes Visuales de San Martín "Antonio Berni". La demanda de diseño para los alumnos es crear una campaña de bien público con la intención de explorar tanto los contenidos vinculados a la composición del diseño, como a la parte creativa de las ideas a comunicar.

Profesor: Osvaldo E. Verger





























































































jueves, 21 de febrero de 2008

Trabajos de la Materia Diseño, 3º Año CAD Instituto La Salle Florida














































































































Todos los trabajos fueron realizados por los alumnos de Diseño del 3º año del Polimodal con orientación en Comunicación Arte y Diseño del Instituto La Salle Florida durante los ciclos lectivos 2006 y 2007 y formaron parte de la Muestra Pedagógica Pastoral realizada en el colegio en noviembre de 2007.

Profesor: Osvaldo E. Verger

miércoles, 20 de febrero de 2008

El Concepto de Cultura

El concepto de cultura, fundamental en la Antropología Cultural, no es un concepto corriente para un Antropólogo Social, por lo que hace algunos años inicié un profundo estudio del tema, para evitar confusiones conceptuales, especialmente porque para algunos autores cultura y organización social son conceptos intercambiables, aumentando la confusión. Parte de esos estudios están reflejados en este artículo, que ya apareció en versión más reducida en otro más amplio referido a la Interculturalidad, pero estaba en deuda con un mayor esclarecimiento del concepto semiótico del sentido en la cultura al intentar seguir su interpretación al estilo de Clifford Geertz. Que es lo que aquí se intenta.

Etimología Y Usos Del Concepto De "Cultura"

La palabra cultura proviene de la palabra cultüra, Latín (L), cuya última palabra trazable es colere, L. Colere tenía una amplio rango de significados: habitar, cultivar, proteger, honrar con adoración. Eventualmente, algunos de estos significados se separaron, aunque sobreponiéndose ocasionalmente en los sustantivos derivados. Así, 'habitar' se convirtió en colonus, L. de colonia. 'Honrar con adoración' se desarrolló en cultus, L. de culto. Cultura tomó el significado principal de cultivo o tendencia a (cultivarse), aunque con el significado subsidiario medieval de honor y adoración. Por ejemplo, en inglés cultura como 'adoración' en Caxton (1483) -La forma francesa de cultura fue couture- francés antiguo- la que se ha desarrollado en su propio significado especializado y más tarde culture, la que para el siglo XV temprano pasó al inglés. Por lo tanto, el significado primario fue labranza: la tendencia al crecimiento natural.

En castellano la palabra cultura estuvo largamente asociada a las labores de la labranza de la tierra, significando cultivo (1515); por extensión, cuando se reconocía que una persona sabía mucho se decía que era "cultivada". Según una fuente2, es solo en el siglo XX que el idioma castellano comenzó a usar la palabra cultura con el sentido que a nosotros nos preocupa y habría sido tomada del alemán kulturrell. Si bien es posible pensar que nuestra preocupación por conocer el concepto "cultura" desde las ciencias sociales proviene más bien de la fuerte influencia que el saber norteamericano ha tenido sobre nuestra propia cultura hacia las décadas de los 50 y 60.

En resumen:
"Honrar con adoración" se convirtió en culto (hacer crecer la fe interior, lo que brota del alma)
Habitar un lugar" se convirtió en colono (el surgir de la gente en un lugar no habitado antes)
"cultivar la tierra" se convirtió en cultivar (hacer brotar al reino vegetal, como en "agricultura", agrícola, etc.)
mientras que, "lo que brota del ser humano" se convirtió en cultura.

Usos, Acepciones Y Concepciones De La Palabra Cultura

Parte de la confusión con el concepto de cultura surge cuando se le usa como expresión y manifestación de las bellas artes, especialmente en diarios y revistas; de donde se interpreta que las personas instruidas y conocedoras de las artes y de otras gentes son muy instruidas, asumiéndose que hay toda una gradación hasta los "incultos" (carentes de cultura); por otro lado es sabido que también se usa para denominar a grupos humanos no conocidos, como la cultura Diaguita o Mapuche, pero muchas personas quedan confundidas con esta doble significación. Los profesores parecen tener una marcada preferencia por la primera acepción, a la vez que se reconocen ellos mismo y son reconocidos por los demás como personas "cultas", pero usualmente transmiten en el aula una acepción que --con algunas variaciones de contenidos-- se acerca más a la segunda: que cultura es el conjunto de costumbres, mores y folkways, de un pueblo, heredados y transmitidos de generación en generación.

Para las ciencias sociales, el concepto de "cultura" es comúnmente precisado en varias definiciones particulares que expresan lo que se entiende por cultura desde las necesidades y elaboraciones de disciplinas específicas, Raymond Williams las clasifica como la acepción sociológica, la antropológica y la estética, también llamada humanista por G. N. Fischer, agregando una cuarta acepción, la psicoanalítica. Todas estas acepciones --o concepciones al decir de Fischer-- son comúnmente usadas en nuestro país, aunque su significado exacto es confuso para muchas personas. Estas cuatro formas de usar el concepto se explica así:
El concepto de la estética (o concepción humanista)

Es el sustantivo común y abstracto "que describe trabajos y práctica de actividades intelectuales y específicamente artísticas, como en cultura musical, literatura, pintura y escultura, teatro y cine", es decir, se trata de un concepto de cultura que considera que esta se acrecienta en la medida que se eleva hacia las manifestaciones más altas del espíritu y la creatividad humana en las bellas artes. A lo anterior habría que agregar que los viajes también aportarían al permitir conocimiento de otros pueblos y costumbres.
En palabras de Fischer, "se dirá así de un individuo que tiene cultura cuando se trata de designar a una persona que ha desarrollado sus facultades intelectuales y su nivel de instrucción. En este sentido la noción de cultura se refiere a la cultura del alma (cultura animi, Cicerón) para retomar el sentido original del término latino cultura, que designaba el cultivo de la tierra". Por extensión se asume que un individuo que conoce de las más altas manifestaciones del espíritu humano tiene que ser diferente a la gente común, demostrando su alto nivel de cultura mediante maneras refinadas de trato con los demás, asignándole la calificación de "culto"; por contraposición, una persona con un escaso nivel de educación y refinamiento pasa a ser "inculto" o de "poca cultura".


Esta forma de conceptualizar la cultura pertenece definitivamente a la Europa refinada del siglo XIX, y se acerca mucho al concepto usual, tradicional de la calle o el común de la gente, la que en Chile se hizo corriente por la fuerte admiración que había en el siglo pasado por las letras y la "cultura" europea.
La razón por la que Fischer lo llama la concepción humanista del término, se debe a que el pensamiento humanista decimonónico partía de la base de que el progreso humano era contínuo y ascendente, sumando cada vez más conocimientos del hombre y la naturaleza, que se traducían en el crecimiento de la filosofía, la ciencia y la estética. Esta forma de progreso en el refinamiento del espíritu era capaz de producir obras de extraordinario refinamiento estético, pero que sólo podían comprender aquellos a los que la fortuna les permitía un gran acervo de conocimiento y desarrollo intelectual, de manera que este crecimiento y sus manifestaciones más altas de significado y refinamiento era la cultura humana en ascenso permanente.

El concepto antropológico de cultura.

Para la Antropología, la cultura es el sustantivo común "que indica una forma particular de vida, de gente, de un período, o de un grupo humano" como en las expresiones, la cultura chilena o la cultura mapuche, expresando lo que podríamos llamar el concepto antropológico de la cultura; está ligado a la apreciación y análisis de elementos tales como valores, costumbres, normas, estilos de vida, formas o implementos materiales, la organización social, etc. Se podría decir que a diferencia del concepto sociológico, aprecia el presente mirando hacia el pasado que le dio forma, porque cualquiera de los elementos de la cultura nombrados, provienen de las tradiciones del pasado, con sus mitos y leyendas y sus costumbres de tiempos lejanos. De manera que el concepto antropológico de cultura nos permite apreciar variedades de culturas particulares: como la cultura de una región particular, la cultura del poblador, del campesino; cultura de crianza, de la mujerde los jóvenes, cultura universitaria, culturas étnicas, etc.

El concepto sociológico

Mucho menos conocido y apreciado, el concepto sociológico se entiende como "el concepto abstracto que describe procesos de desarrollo intelectual, espiritual y estéticos" del acontecer humano, incluyendo la ciencia y la tecnología, como cuando se habla del desarrollo cultural de un pueblo o país; Fischer dice que para la concepción sociológica la cultura se define como "el progreso intelectual y social del hombre en general, de las colectividades, de la humanidad". En general se usa el concepto de cultura en su acepción sociológica, cuando el hablante se refiere a la suma de conocimientos compartidos por una sociedad y que utiliza en forma práctica o guarda en la mente de sus intelectuales. Es decir, al total de conocimientos que posee acerca del mundo o del universo, incluyendo todas las artes, las ciencias exactas (matemáticas, física, química, etc.) las ciencias humanas (economía, psicología, sociología, antropología, etc.) y filosofía. Teniendo presente que por mucho que ese pueblo o sociedad sepa del universo, siempre hay áreas de conocimiento que no posee o desconoce. Por ejemplo ¿Cree Ud. que los chilenos sabemos todo sobre matemáticas, física química, o cualquier campo del conocimiento? La respuesta es que no, que hay muchísimos campos del conocimiento y su aplicación práctica que debemos aprehender como país, al mismo tiempo que debemos aprender cómo y cuando usarlo. Por ellos es justamente el sentido sociológico el que usa los agentes del gobierno, la planificación o la política cuando proponen planes "para desarrollar la cultura nacional".
El concepto sociológico de cultura tiene una fuerte connotación con la apreciación del presente pensando en el desarrollo o progreso futuro de la sociedad para alcanzar aquello que llamamos el patrimonio cultural de la humanidad o simplemente "la cultura universal". Es en este sentido que debe entenderse la expresión "desarrollar la cultura de un país", implicando desarrollar y ampliar el conocimiento nacional de lo que el hombre (universal) ha sido capaz de desarrollar hasta hoy.


Es en este sentido sociológico que se entiende --por ejemplo-- las expresiones de Umberto Eco:
"Una prudente política de los hombres de cultura como corresponsables de la operación televisión será la de educar aun a través de la televisión a los ciudadanos del mundo futuro, para que sepan compensar las recepción de imágenes con una rica recepción de información escrita"

El concepto del psicoanálisis

Fischer lo toma del conocido libro de Freud, "EL MALESTAR EN LA CULTURA", y nos dice que la definición freudiana se emparenta con el superego y dice: "La cultura humana (...) comprende, por una parte, todo saber y el poder adquirido por los hombres para dominar las fuerzas de la naturaleza; y por otra, todas las organizaciones necesarias para fijar las relaciones entre ellos" en otras palabras, para el psicoanálisis, la cultura esta constituida por todas aquellas presiones intrapsíquicas, de origen social o colectiva, que constriñen la libre expresión del ego y repercutiendo en la personalidad y hasta posiblemente en traumas psíquicos. A ello agregamos que uno se da cuenta que hay un punto en que la cultura se enraíza con la psiquis al presenciar la forma enconada en que se defienden posiciones personales que no son otra cosa que posiciones culturales, lo mismo que las situaciones de depresiones profundas debidas al shock cultural que se le produce inicialmente a la persona que se va a vivir a una cultura que no es la propia.

Los cambios de significados de la cultura antropológica
desde la Antropología Social hasta Clifford Geertz.
La visión positivista de la cultura: primera mitad del siglo XX.

Originalmente la cultura fue entendida y explicada como un conjunto de constricciones, presiones y acondicionamientos externos al ser humano, (las formas de comportamiento y otros aprendizajes durante la socialización del niño) que fijaban o determinaban pautas de conductas como adulto, donde se destacaban las costumbres como el concepto amplio que representaba casi todo lo que el hombre hacía, es decir, la cultura era vista como un determinante del comportamiento. Según esta forma de ver a la cultura, el control social que se ejercía a través de las normas, y éstas servirían como medios de presión y obligación impuesta sobre los hombres para adaptarse a las costumbres y tradiciones sin resistir ni darse cuenta; mientras que los mitos y las creencias representaban a esas mismas imposiciones desde la religión, a las que los seres humanos se sometían dócilmente; las acusaciones de brujería estarían entre las presiones más subjetivas. A lo anterior se le agrega que el paso del tiempo, convertido en tradiciones, y a veces, en historia, explicaba el origen de estas formas de costumbres e imposiciones culturales en tiempos pasados y remotos. La universalidad de estos fenómenos era estudiada comparando culturas de diversas partes del mundo por lo que también algunos antropólogos la llaman la tradición o paradigma comparativo o comparativista de la Antropología sociocultural.

Esta forma de entender la cultura era la dominante hasta la década de los cincuenta en los centros de estudio de Antropología, contribuyendo con un amplio entendimiento de lo que nos une y nos hace comunes como seres humanos, a la vez que proporcionando un gran caudal de información sobre las sociedades pequeñas y medianas del mundo, fundamentalmente comunidades humanas minoritarias.

"Organización social" versus "cultura"

La historia de esta forma de conceptualizar la cultura es larga pero podría ser extendida desde Sir Edward Taylor en su libro Cultura Primitiva (1872) a Kroeber y Cluckhoholm en USA –años de la década de los cincuenta-- y a los antropólogos sociales británicos hasta la década de los 70s. Este modelo de entendimiento del concepto de cultura puede leerse en John Beattie, OTRAS CULTURAS; Lucy Mair, INTRODUCCION A LA ANTROPOLOGÍA SOCIAL1, Geodfrey Liendhart, INTRODUCCION A LA ANTROPOLOGIA SOCIAL, entre otros y por nombrar sólo autores que se encuentran en librerías y bibliotecas de Temuco.

Para estos autores Antropología (social) es algo así como una Sociología de las culturas tribales o de pequeña escala (o primitiva, como se decía a comienzos de siglo) --es decir, no modernas-- mientras que la Sociología estudiaría los mismos fenómenos, pero al nivel macrosocial de la sociedad moderna. Habría que agregar que en la Antropología Cultural (norteamericana) el concepto de cultura ocupa un lugar central en sus teorías, mientras que en la Antropología Social (británica) se emplea el concepto de organización social; los franceses no participan en esta discusión de anglosajones y simplemente llaman a su Antropología: Etnología. Algunos han considerado que ambos conceptos en realidad son intercambiables: cultura en la Antropología Cultural norteamericana y organización social en la Antropología Social británica. Por su parte el español Juan Maestre Alonso prefiere zanjar el problema del nombre del concepto y su disciplina hablando de Antropología Socio-cultural y por extensión los fenómenos en estudio se llaman socioculturales, una palabra que se ha hecho popular últimamente.

La primera definición antropológica de relevancia, fue la de Edward Taylor, quien en un simple párrafo, el primero de su libro, legó una definición que aún hoy algunos usan y de paso, funda por escrito a la Antropología británica, al decir que:

"Cultura o civilización. tomada en su amplio sentido etnográfico, es ese complejo de conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y cualesquiera otras aptitudes y hábitos que el hombre adquiere como miembro de la sociedad" agregando a continuación la idea fundadora de la Antropología: "La condición de la cultura en las diversas sociedades de la humanidad, en la medida en que puede ser investigada según principios generales, constituye un tema apto para el estudio de la leyes del pensamiento y la acción humanas"

Como se dijo, toda definición debe ser precisa, con una clara delimitación de lo que es o no parte del término definido. La definición de Taylor hoy es considerada como imprecisa y poco clara, porque es enumerativa y abierta, es decir, hace una corta enumeración de lo que Taylor estima que es parte de la cultura ("conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres...") dejando abierta la posibilidad para cualquier otra cosa que uno quiera incluir, cuando dice "...y cualquier otras aptitudes y hábitos..."
El problema es que aún con el paso de todos estos años desde que Taylor publicó su célebre definición, no hay una definición común del término cultura para los antropólogos de todo el mundo, poniendo de manifiesto que cultura es uno de los términos más difíciles de definir del vocabulario antropológico.

Tratando de resolver el problema de la falta de una definición común, en 1952, a Kroeber y Cluckhoholm, revisaron todas las definiciones de cultura que se habían escrito hasta su tiempo (en inglés, por supuesto); encontraron nada menos que ¡160! definiciones, Finalmente formularon una definición que aunque extensa, toma en cuenta todas las particularidades y cualidades de la cultura, que a su juicio satisfacían las necesidades conceptuales de la Antropología Cultural Norteamericana de su época:
"La cultura consiste en pautas de comportamiento, explícitas o implícitas, adquiridas y transmitidas mediante símbolos y constituye el patrimonio singularizador de los grupos humanos, incluida su plasmación en objetos; el núcleo esencial de la cultura son las ideas tradicionales (es decir, históricamente generadas y seleccionadas) y, especialmente, los valores vinculados a ellas; los sistemas de culturas, pueden ser considerados, por una parte, como productos de la acción, y por otra, como elementos condicionantes de la acción futura)"

Importante y completa como es esta forma de definición, y a pesar que encierra toda una época paradigmática del estudio de la cultura en Antropología, durante la década de los años 50 algunos antropólogos comenzaron a destacar que siguiendo esta línea teórica, producto del positivismo de comienzos de siglo, la cultura era considerada fundamentalmente un fenómeno externo a los seres humanos que la viven --más precisamente, externo a la mente humana-- de tal forma que el ser humano aparece más como objeto de la cultura, que como el sujeto que la crea, recrea y vivencia cotidianamente. Esto ocurriría porque, como ya se dijo, la cultura es vista como un conjunto de presiones y acondicionamientos externos al ser humano que fijaban pautas de conductas, a través de las costumbres, creencias, modos de vida, es etc. con que la cultura era vista como un determinante del comportamiento, pero no naciendo del ser interior del individuo.

Finalmente esta forma de conceptualizar la cultura resulta en un "molde (o patrón) cultural" muy rígido en el que los seres humanos, una vez que son formados, difícilmente podrían escaparse o cambiar readecuando su cultura a nuevos momentos, situaciones o eventos del diario vivir. La rigidez teórica para aceptar el cambio y la "externalidad" a la mente, fueron las principales críticas que se le hicieron al paradigma original del concepto de cultura y que motivaron la búsqueda de una teoría alternativa. Esta forma de conceptualizar la cultura aun es usada por algunos antropólogos, especialmente latinoamericanos, por ejemplo, Valiente (1993) dice que "la cultura comprende los artefactos heredados, los bienes, los procesos técnicos, la organización social, las ideas, los hábitos y los valores" citándola de Audrey Richards y Raymond Firth, dos Antropólogos Sociales británicos.

El concepto lingüístico de cultura: Goodenough y la cultura "en la mente".
Un segundo momento en la búsqueda de una definición que supera a las críticas anteriores esta representado por Ward Goodenough, cuando dice que cultura "es lo que uno debe conocer (saber o creer) para comportarse aceptablemente de acuerdo a las normas de los demás". Lo que traslada la cultura al interior de la mente. Esta definición interpreta a la cultura más bien como la construcción o representación simbólica aprendida por los individuos, durante su periodo de enculturación, obligando a los antropólogos que buscan describir una forma cultural en particular, a realizar una descripción de los fenómenos culturales que sean congruentes tanto con el fenómeno analizado como con las conceptualizaciones de los nativos, poniendo en primera línea metodológica al conocimiento del informante y al enfoque emic. Esta posición teórica fue frecuentemente criticada y acusada de psicologista, como "psicología social carente de base estadística" y descontextualizada. Dio un fuerte impulso a los estudios lingüistas y de esquemas mentales (squemata), buscando conocer los principios organizativos subyacentes y/o los códigos cognoscitivos. Esta corriente ha continuado existiendo y evolucionando en algunas universidades de Estados Unidos de Norteamerica.

Un ejemplo de este paradigma de la Antropología lo podemos encontrar en los trabajos de la antropóloga española María Jesús Buxó i Rey para quien "la cultura es el sistema de conocimiento a partir de cuyos significados el ser humano tamiza y selecciona su comprensión de la realidad en sentido amplio, así como interpreta y regula los hechos y los datos de comportamiento social" En un trabajo posterior de la misma antropóloga podemos leer que "lo que importa es aprender lo que es relevante en el conjunto de ideas, creencias y suposiciones que los individuos son capaces de representar mentalmente..." En el mismo artículo agrega más adelante que "Toda identidad (cultural) es una construcción mental..."

El concepto actual de cultura: Clifford Geertz y la hermenéutica antropológica.

En el tercer momento la cultura es entendida como un proceso (o red, malla o entramado) de significados en un acto de comunicación, objetivos y subjetivos, entre los procesos mentales que crean los significados (la cultura en el interior de la mente) y un medio ambiente o contexto significativo (el ambiente cultural exterior de la mente, que se convierte en significativo para la cultura interior).

Desde este punto de vista es posible comprender a Clifford Geertz cuando dice que:
"El concepto de cultura que propugno... es esencialmente un concepto semiótico. Creyendo con Max Weber que el hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, considero que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones."

Lo que queda más claramente entendido más adelante, cuando aclara que:
"...la cultura se comprende mejor no como complejos de esquemas concretos de conducta --costumbres, usanzas, tradiciones, conjuntos de hábitos-- como ha ocurrido en general hasta ahora, sino como una serie de mecanismos de control --planes, recetas, fórmulas, reglas, instrucciones (lo que los ingenieros de computación llaman "programas"-- que gobiernan la conducta")
En otras palabras la cultura es la red o trama de sentidos con que le damos significados a los fenómenos o eventos de la vida cotidiana.

Lo importante es comprender a la cultura como producción de sentidos, de manera que también podemos entender a la cultura como el sentido que tienen los fenómenos y eventos de la vida cotidiana para un grupo humano determinado. Si queremos conocer la cultura de los jóvenes universitarios, por ejemplo, en realidad nos estamos preguntando qué sentido tiene la vida universitaria para estos jóvenes. Si nos preocupa la "cultura escolar", nos estaríamos preguntando qué sentido tiene la vida escolar para quienes la viven El siguiente problema que enfrentamos es cómo averiguar el "sentido de la vida" en la práctica vivida por sus actores.

Siguiendo esta vena originada en Weber y continuada en Geertz, el sentido lo entendemos como un entramado de significados vividos y actuados dentro de una comunidad determinada. Al entender el sentido como un conjunto de significados (como conjunto semiótico), es posible seguir el hilo geertziano y comprender que la cultura universitaria de nuestro ejemplo, al ser examinado como sentido se refiere a un conjunto de significados que cobran vida como tales en sus vivencias y relaciones con las demás personas y con su ambiente (la pragmática semiótica). Al mismo tiempo este conjunto de significados involucra un orden o jerarquía de significados (la sintaxis semiótica): el Rector esta a la cabeza, luego los Vice rectores, los Directores de Carreras, profesores, etc. Este orden de significados, no siempre es el que aparece explícitamente, por ejemplo, en nuestro esquema universitario las secretarias de carreras pueden estar más arriba que muchos jefes en los significados mentales, porque son más importantes para el estudiante que muchos Vice rectores que nunca se ven. Este orden de los significados es el orden que cada pueblo o grupo humano le da a sus significantes. Finalmente y del mismo modo, cada grupo humano tienen un significado para cada cosa del hacer y del quehacer (la semántica semiótica), de manera que esos significados tienen sólo las connotaciones que ese grupo humano particular les da, pudiendo ser parecidos a los de otro grupo, pero nunca todos los significados iguales en su completa totalidad. De manera que finalmente la cultura de cada grupo humano es como su huella digital cultural, tal como dijimos en otra parte más extensamente, no existen dos grupos humanos con la misma cultura.

Como estos conjuntos de significados no se dan en el vacío ni espontáneamente, al mismo tiempo, surge la importancia del contexto de la cultura, como un elemento muy importante en el estudio de una cultura en particular.

Cultura y Contexto cultural.

CON, +TEXTO. (CON: Junto a. TEXTO: Viene de la palabra latina texere luego text, que significa paño y/o entramado, trama, tejido.) De esta forma la palabra contexto se refiere al entramado o tejido de significados provenientes del medioambiente o entorno, que impresionan el intelecto o campo de conocimientos (¿sistema cognitivo?) de un grupo humano, como parte integrante de su cultura y su visión de mundo o cosmovisión. En otras palabras el contexto cultural es todo aquello que forma parte del medioambiente o entorno y resulta significativo en la formación y desarrollo de la cultura de un grupo humano específico.
Por lo que:

"Contexto es el entorno ambiental, social y humano que condiciona el hecho de la comunicación"
"El contexto no es un molde estático de representaciones culturales sino que es una "arena" activa en la cual el individuo construye su comprensión del mundo y que está conformada tanto por los contenidos culturales tradicionales, como por las necesidades y expectativas individuales y colectivas que surgen del contacto con la sociedad amplia."

En otras palabras, el contexto en que viven y nos desenvolvemos los seres humanos nos proporcionan conjuntos de significados que usamos constante y cotidianamente, pero asociándolos de la forma en que nos permita comunicarnos mejor, de esa manera y como compartimos los mismos contextos significantes podemos entender lo que nos dicen los demás; contrariamente, cuando intentamos comunicarnos o interactuar personas que no compartimos los mismos contextos significantes, se crean malentendidos, confusiones y hasta conflictos. También puede decirse que cuanto más lejano o desconocido se hace el contexto del "otro" con quien me comunico, más aumentan las posibilidades de no entender exactamente lo que se comunican mútuamente. Por ejemplo, los cerros que nos rodean pueden tener muchos significados: lugares de esparcimiento, paisajes coloridos, referencias para ubicarse en las calles de Temuco, nombres románticos para poesías y canciones, lugar de amores, espacios para meriendas, etc. Cualquier persona de nuestra cultura local que oiga decir "Voy de paseo al Ñielol con unos parientes" entenderá perfectamente el sentido de lo que se dice; pero, aun tratándose de otro chileno, si no conoce o no ha estado nunca en Temuco, no entenderá lo que se ha dicho.

La Identidad Cultural es la cultura "contextuada".

La extrema variabilidad del fenómeno cultural, es uno de los aspectos que más confunden a los estudiantes y estudiosos de la cultura. Los párrafos anteriores justifican que no se pueda decir que un grupo humano es "idéntico" a otro, por similar, próximo o parecido que sea. En realidad, la cultura de un grupo humano es como su huella dactilar: no hay dos grupos humanos que tengan la misma cultura. Para Kottak, la identidad cultural es "todos aquellos rasgos culturales que hacen que las personas pertenecientes a un grupo humano y a un nivel cultural (...) se sientan iguales culturalmente".

Las diferencias entre formas culturales se explican a partir de lo que hemos llamado el Contexto Cultural. Si la cultura es la red de significados (la malla de sentido de Max Weber y repetida por Geertz), este entramado humano de sentidos tiene existencia en el medio de una geografía, un clima, su historia y el conjunto de procesos productivos en que se da la existencia de esa cultura. La geografía y el clima establecen el aquí –el "lugar" -- dándole ciertas características propias al grupo humano, el que debe adaptarse y acomodarse a los accidentes de la geografía: desierto, zona montañosa, de valles, pampas, etc, y a las características particulares del clima: húmedo, lluvioso, seco, frío, cálido, etc. pasando éstos a convertirse en importantísimos proveedores de significados para el diario vivir, aportando elementos para crear los sentidos del diario vivir, es decir, a la cultura del lugar. Parece apropiado llamarlo el sustrato geográfico de lo humano.
El otro elemento es la historia, la que proporciona el marco temporal de la vida cotidiana, ligando los hechos pasados y sus significados, a las cosas y fenómenos del presente, dándole un nuevo sentido cargado de significados y valores, o proyectándonos al futuro imaginario. Muchísimas cosas de nuestro quehacer cotidiano tienen un significado histórico, desde el idioma que hablamos, que no existía en esta tierra hace cinco siglos atrás, pasando por los nombres de la gente, de los lugares, etc., o bien, cobran importancia (es decir, adquieren más significado) cuando se redescubre su pasado histórico.

Por su parte, los procesos productivos proporcionan los substratos restantes. Representan las transformaciones que la gente hace para vivir y desarrollarse: en cualquiera de las actividades primarias (extraer de la naturaleza para uso directo o materias primas), secundaria (la actividad fabril de transformación de la materia prima en bienes de uso y de consumo) o terciaria (los servicios de unos para otros). Estas actividades que llamamos procesos productivos son parte del contexto cultural, porque establecen también su parte de los significados de los ambientes en que se producen las relaciones entre los hombres –formando sociedades-- con sus divisiones, uniones, estratificaciones, objetivas y subjetivas, proveyendo también su parte de significación del diario vivir.

Los elementos del contexto cultural entregan cada uno su aporte connotativo al significado común de las cosas en la vida cotidiana, estableciendo lo que se valora y con ello las normas de convivencia, es decir, lo que se debe y no debe hacer, de manera que cada lugar tiene una identidad cultural que no es similar a ninguna otra, aunque pueda haber similitud entre ellas. A esto se refiere Cardoso de Oliveira cuando dice que "la identidad pasa a desempeñar el papel de una brújula que posiciona al grupo y sus miembros en mapas cognitivos (u horizontes) colectivamente construidos"

De manera que al tener en cuenta los elementos nombrados: geografía y clima, historia y procesos productivos, se explica que el concepto de identidad cultural sea a menudo definido o descrito a partir de la existencia de elementos que nacen de ellos, tales como territorio común, una lengua, un conjunto de tradiciones o costumbres y sistema de valores y normas comunes al grupo étnico o cultural en estudio.
En suma, la cultura es un entramado de significados compartidos, significados que obtienen su connotación del contexto (geografía, clima historia y proceso productivos), pero que habita en la mente de los individuos dándoles una identidad cultural específica; justificándose el argumento teórico que nos dice que la cultura está tanto en la mente de los individuos como en el ambiente en que ellos viven.

Finalmente

Los contextos son muy variados, puede ser el contexto de un lugar de trabajo, de una familia, de un barrio o lugar poblacional, de una localidad, de una región o nacional, algunos de estos contextos culturales son más amplios que los otro y los contiene a los demás recursivamente, como las capas de una cebolla, por eso es que si bien aceptamos que la cultura de Río Negro y Chubut es diferente a la de comunas como Ushuaia o Madryn, es aceptable decir que hay un contexto cultural regional, en que se engloba todo lo que es particularmente significativo como cultura de la Patagonia. Sin embargo la intención de est artículo era sólo precisar el concepto general de cultura para su comprensión por parte de los futuros profesores, y por este camino nos adentramos en otros aspectos del concepto, ya tratados en una publicación anterior.

viernes, 15 de febrero de 2008

El hombre como animal simbólico de Ernst Cassirer

El tema del símbolo y el tema del signo es una problemática muy compleja, muy vasta, con una múltiple perspectiva y diferentes respuestas. No se agota el tema; de lo que vamos a hablar es lo que supone Cassirer, lo que está tácito, implícito en Cassirer.

Etimológicamente qué significa símbolo: acuerdo, encuentro, reunión. El símbolo es una realidad a partir de la cual se posibilita un vínculo. La definición etimológica nos aproxima a lo que realmente una realidad es. En relación a lo que el símbolo es en sí mismo se abren las disputas entre la noción de símbolo y las de signo; lo que para uno son la misma realidad para otro tienen diferencias, y se abren diferentes corrientes de pensamiento. Lo que Cassirer quiere plasmar con esta definición de Animal Simbólico es que la noción de símbolo es más amplia que la noción de signo.

En qué consiste esa amplitud de la realidad símbolo que supera a la realidad signo.
El símbolo es portador de un sentido. Hasta donde nosotros llegamos en epistemología de la ciencia, se vio la necesidad de usar símbolo y signo como la misma cosa: una realidad que me remite a otra; ambos se construyen, se constituyen y el proceso de constitución es el proceso semiótico, en el cual encontrábamos cuatro elementos: vehículo señal, contenido o significante, intérprete e interpretación. Ahora vamos a especificar un poco más; dice Cassirer que el símbolo es portador de un sentido; si es así el símbolo está vinculado a la problemática antropológica; tiene razón de ser exclusivamente en función del hombre. Este sentido está evocando un significado, un contenido, que en sí mismo no está presente; en relación a lo ya señalado todo símbolo exige una comprensión.

En muchas culturas la realidad del símbolo está remitiéndose a lo sagrado (elemento muy importante) El símbolo era el instrumento a través del cual se manifestaba el sentido de lo sagrado Y la manifestación de lo sagrado es la Ierofanía: en algunas culturas el símbolo era aquella realidad no meramente instrumental sino la única forma a través de la cual el sentido de lo sagrado se hacía presente. Del griego “Ieros”: divinidad y Faino: verbo que significa manifestar; de allí manifestación de lo divino. Lo particular de la manifestación simbólica es que lo sagrado no tiene otra forma de mostrarse a los hombres; siempre es a través de... (se habla sobre la Epifanía) Todo el sentido queda abarcado en un ámbito de significación más amplio, y ese sentido si lo sacamos de ese ámbito, de ese horizonte, puede cambiar; eso es lo peculiar de los símbolos: que el contenido significante está inscrito en un horizonte de significaciones, que si yo saco la “estrella de Belén” de su contexto significativo la estrella no va a tener la misma significación.

A su vez esta realidad del símbolo no puede ser traducida absolutamente: siempre el símbolo excede, hay una excedencia que se nos muestra y que no siempre puede ser traducida o interpretada, siempre deja un algo... porque el símbolo siempre está haciendo presente a la existencia humana, siempre deja algo más que no lo podemos conceptualizar ni definir; la representación no agota la realidad humana, por el contrario es sugerente, los sucesivos horizontes. Siempre el símbolo me está significando pero yo no lo puedo representar todo; cuando represento, delimito, circunscribo de tal manera que cuando represento algo lo que hago es acotarlo.

Cassirer dice que el símbolo es la significación de la existencia humana. Hay un sentido que envuelve toda la realidad, que cada existencia humana lo vive, lo plasma, lo trasmite; cuando ese sentido es vivido por cada uno de nosotros ese sentido se transforma en una significación, y que se nos hace visible en un símbolo. La significación es el sentido vivido, incorporado. En este momento, por ejemplo, a propósito de la noción de sentido y significación (que, en última y primera instancia, es lo que el símbolo quiere plasmar) veamos esta realidad aula: en sí misma tiene un sentido de realidad (componentes, estructura), pero para cada uno de nosotros tiene un significado diferente (enseñar, aprender, dar examen). Totalmente distinta es la significación que esta aula tiene para el pintor, el arquitecto, la maestranza. Qué es lo que el símbolo pretende presentar, hacer visible: el sentido inherente a la existencia humana.

“El símbolo forma parte del mundo antropológico del sentido” dice Cassirer (en otra obra) El símbolo es plasmación del sentido. Para Cassirer cuando se habla de sentido se habla de conciencia, y una conciencia encierra un yo.

Re-explicación: sentido y significación está aludiendo a la misma idea; cuál es la diferencia: el sentido está presente en todas las realidades, se vincula a las razones, al valor de las realidades; pero cuando ese sentido es descubierto por un sujeto, por un yo, y es encarnado, vivido por ese sujeto, el sentido es como que se personaliza, entonces se transforma en significación. Todas las realidades tienen sentido, común a todos los hombres; la diferencia se introduce a partir de la significación. La significación es el sentido descubierto y vivido por el sujeto. Esta es terminología de Cassirer. En otras corrientes puede significar otra cosa. La mayoría de estos autores coinciden en las bases.

2. Otra característica que se puede señalar del símbolo en esta perspectiva es que “el símbolo no tiene final, porque siempre deja abierto un sentido” es sugestivo o sugerente, el símbolo es susceptible a múltiples y variadas lecturas, interpretaciones. No puede haber una hermenéutica, una interpretación absoluta de los símbolos, no se pueden interpretar de una forma total. “Los símbolos constituyen un aspecto del mundo, aspecto que no resulta evidente a la experiencia inmediata. Los símbolos expresan situaciones, ciertas estructuras de la existencia que son imposibles expresar de otro modo. Por lo tanto en los símbolos la existencia humana queda comprometida”. Cassirer en otro texto suyo que se llama “Filosofía de las formas simbólicas” sintetiza todo lo que hemos dicho hasta ahora: “El concepto de símbolo permite abarcar la totalidad de los fenómenos en los cuales se presentan un cumplimiento significativo de lo sensible; en otros términos: en algo sensible se nos presenta la especificación y encarnación de lo sentido” de ese sentido encarnado, vivido por nosotros.

Texto de Animal Simbólico

Cuál es el punto de partida en el texto de Cassirer: es considerar al ser vivo que cumple sus funciones a través de órganos, de allí organismo. El punto de partida radica en que cada organismo tiene un mundo y en relación a ese mundo una experiencia, propia, una experiencia personal. Tenemos que tener aquí presente que la visión del mundo no se reduce solamente al cosmos físico, a la naturaleza física; siempre el mundo es lo físico y todo aquello que el hombre realiza, vivencia en lo físico; una visión más amplia, más enriquecedora. Si todo ser viviente está en el mundo y en el mundo vivencia su experiencia cuál es el comportamiento que se introduce allí. Dice el texto: En todo ser viviente, en todo organismo vamos a encontrar una estructura, un sistema efector, y un sistema receptor. El sistema receptor es el que capta, aprende la realidad exterior. El primer contacto, la primera estructura receptora que nosotros tenemos son los sentidos, y la función de los sentidos, da percepción. Este sistema es lo que Cassirer denomina “círculo funcional”. En psicología hay un autor, Lersch, que habla de la misma manera (un personalista) y dice que el dinamismo del psiquismo constituye, genera un círculo funcional de la vivencia (la misma idea)
Interpone entre el sistema efector y el sistema receptor toda la estructura simbólica. Hay un cambio, un aumento cualitativo y cuantitativo. El círculo funcional humano va a tener, a mostrar modificaciones cuantitativas (porque el comportamiento humano es mucho más rico en cantidad) y cualitativas (por la emergencia, el surgimiento del mundo simbólico, del sistema simbólico, que no está presente en los otros sistemas... entendido como está entendido acá, el símbolo como manifestación de un sentido inherente a la existencia humana).

Si se interpone esta estructura simbólica lo primero que nos tenemos que preguntar es qué es el mundo, que es el universo para el hombre; ya no puede quedar el concepto de mundo, del universo reducido al cosmos físico; el triángulo es así:

Hombre – Comportamiento - Mundo

entre el hombre y el mundo está la realidad del comportamiento del hombre que vincula al hombre y al mundo.
Para estos autores el hombre no está en el mundo, el hombre es un ser en el mundo. No hay hombre sin mundo ni mundo sin hombre; el hombre no está puesto en el mundo como está puesta la lámpara, la mesa..
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El hombre, el sujeto es un ser en el mundo; el mundo hace a la estructura ontológica del ser del hombre; el mundo es mundo para el hombre y no hay comportamiento humano que no se dé en el mundo.
El mundo no se reduce al espacio físico: es el cosmo físico; pero es más, siempre estamos hablando de una excedencia, de un plus. En castellano nosotros no tenemos un vocablo que dé esa idea de totalidad; en los textos se va a encontrar este concepto cuando las palabras van unidas con un guión: ser-en-el-mundo; el guión está indicando la unión, la inseparabilidad de estas realidades; el hombre es un: ser-en-el-mundo y con el mundo constituye una única realidad, una totalidad.
Cassirer dice que el universo del hombre no es un universo físico, es un universo simbólico; está plasmado, está configurado por múltiples y variadas formas. Las formas simbólicas son de diferentes tipos: el lenguaje, el arte, la religión, el mito, las ciencias que en el fondo constituyen las diferentes expresiones culturales. Cuál es la función de estas formas culturales que son formas simbólicas: son el medio a través de las cuales nuestra experiencia se manifiesta, se expresa (la manifestación es simbólica); la experiencia del hombre se manifiesta a través de estas expresiones culturales; es una forma distinta de ver la realidad. Pero el verla ya es vivirla; esto apunta a demostrar que el hombre no es un espectador del mundo, que se pone fuera del mundo, mira, ve y después hace. Por el contrario; en la vivencia el hombre ya está comprometido con el mundo; no es un compromiso ético deliberado, ya es una presencia en donde está atrapado sin poder sustraerse. Y ahí aparece que en el fondo nuestra experiencia es nueva y única, y allí está lo creativo; no necesariamente tengo que hacer arte para ser creativo; estamos como atrapados por el mundo que no es únicamente un universo físico; estoy “comprometido” con el mundo (sin connotación ética); en cada una de esa forma o plasmación cultural estoy manifestando una determinada visión del mundo. Yo, como científico, me ubico en el mundo desde un determinado interés; como artista estoy, soy en el mundo con una determinada preocupación... y así sucesivamente. Hay que desterrar la idea de sujeto espectador (idea de la modernidad). Por más que yo deliberadamente haya elegido una determinada expresión cultural es sólo eso, pero en cualquier momento la dejo y sigo perteneciendo al mundo. La cuestión es que, ubicada en una determinada expresión, niegue las otras.
En todo símbolo se da una realidad paradojal: algo que se muestra y algo que se oculta. Y este es el punto en que se distancia del pensamiento aristotélico, porque el ideal del pensamiento aristotélico es llegar a la verdad que se expresa a través de la definición; y justamente la buena y correcta definición es aquella que me dice lo que la realidad es y me cierra toda otra posibilidad, todo otro elemento: es o no es. A propósito de “la palabra” Merleau Ponty dice que está la palabra hablada y la palabra hablante; la 1º es la que una vez dicho se terminó todo, la 2º es la palabra a través de la cual se dice y al mismo tiempo se significa y se abre todo un horizonte de posibilidades y significación, es la que sugiere, no la que cierra, es patrimonio de los poetas: el habla, habla; no cierra sino abre. El lenguaje de la ciencia cierra porque acota. Ese fue el ideal aristotélico. Las formas simbólicas no se agotan en las formas lógicas, propias de la ciencia, con las que el pensamiento científico organiza el mundo de los fenómenos. En el análisis se nota claramente el contraste: los símbolos científicos pueden contener un solo significado, son unívocos; esto marcó la limitación propia del conocimiento científico. Cuál es la propuesta de Cassirer: que la verdadera definición de hombre es animal simbólico. Y por qué no animal racional: porque tiene en cuenta un aspecto de la actividad humana, y éste es parcial; lo racional en Aristóteles está total y absolutamente comprometido con lo científico; animal racional representa la totalidad del hombre pero por una de sus partes; la racionalidad abarcaría todo pero eso es insuficiente; no abarca la riqueza del mundo cultural, hay otras formas.

El mundo cultural abarca también los conceptos lingüísticos, los conceptos míticos; considerados a partir de la ciencia son conceptos provisorios; si ese es el ideal, tanto lo mítico como lo lingüístico, no satisfacen, es incompleto.
Los conceptos lingüísticos, míticos constituyen modos, formas de manifestar una visión (y aquí si hay un compromiso más profundo aún con el concepto hombre). Qué es lo que manifiestan el mundo lingüístico, el mitológico, etc.: “manifiestan una visión espiritual que permite detener el fluir de los fenómenos a través de estructuras definidas; la experiencia sensible a través de los conceptos, a través del lenguaje alcanza una determinada estabilidad y anticipa la identidad que luego los conceptos lógicos permiten obtener”. En nuestras manifestaciones, manifestación de nuestro ser, inmediatamente el lenguaje aparece; el lenguaje me limita pero no me determina la realidad absolutamente; cuando yo nombro la cosa de alguna manera la estabilizo, la inmovilizo, y posteriormente puedo formular un concepto científico donde definitivamente lo fijo. Pero es una forma no es la única; el lenguaje no tiene exclusivamente la función informativa de decirme exclusivamente lo que la realidad es, el lenguaje también tiene otras funciones: trasmite sentimientos, estados afectivos. Es hablante en el sentido más profundo de la palabra.
El mundo del arte manifiesta una forma en la que el espíritu de la persona (y aquí aparece un término muy adecuado) modela la realidad; el otro te lo fija, el arte te lo modela; hasta el término es mucho más rico y más dinámico; “la escultura ... son formas que representan la intuición del espacio. La intuición es una captación inmediata de la realidad sin ningún proceso. Intuir es un forma de ver, la intuición; desde la filosofía, siempre hubo una profunda disputa entre el conocimiento a través de la intuición y el conocimiento a través de un proceso o de un desarrollo. En lo opuesto a la intuición está el proceso de abstracción. Partir de lo inmediato, partir de lo concreto ir a lo abstracto. En el mundo del arte se plasma la intuición, que es una forma de ver, que me aproxima a un tipo de conocimiento que no es científico. Cuando capto el espacio no hay proceso, es una captación inmediata.
En las estructuras míticas los elementos espacialmente y temporalmente separados entregan un mismo significado. El mito, la estructura mítica lo que hace es integrar tiempos heterogéneos, espacios totalmente heterogéneos y disímiles integrándolos en una unidad de sentido.
La ciencia: ofrece una comprensión del mundo que se caracteriza por la inserción de lo particular en una forma general, universal, legal. El conocimiento científico tiene que arribar a leyes, y además es una forma que ordena de una manera particular al mundo, en la que cada individuo es un caso concreto de una ley general.
Qué hizo Cassirer con todo este análisis de la realidad que vivimos de la cual formamos parte. La tarea de Cassirer fue elaborar una crítica de la cultura. En el sentido de que trata de demostrar cómo todo contenido de la cultura, toda manifestación cultural, descansa, presupone un acto originario del espíritu: el acto de simbolizar, de plasmar el sentido.

“Tanto la ciencia, el mito, el arte, forman mundos de imágenes en los que se crea algo con relación a un principio; son los distintos caminos que sigue el espíritu en el proceso de objetivación”: de alguna manera el símbolo objetiva, pone por delante el sentido dado por el hombre, pero que no pierde su vínculo con el hombre. “... el proceso de objetivación a través del cual el espíritu se revela a sí mismo”; se revela a través de una obra.
Esto nos lleva a hablar de la función simbólica. Definición: “es una capacidad específicamente humana por la cual el hombre da origen a la cultura.” De esta función aparece la forma o el símbolo simbólico; el símbolo convierte la “impresión” en “expresión”, construye el mundo que conocemos.
El símbolo se ordena al conocimiento (porque la finalidad es conocer); Conocer es .actividad por parte del sujeto no sólo actividad en relación al mundo exterior, conocer no implica una copia de la realidad.
Aristóteles habla de adecuación del intelecto a la realidad, la cosa. Si hay adecuación hay delimitación, hay cierre. El conocer es una actividad por parte del sujeto, no sólo pasividad en relación del mundo exterior. En la concepción clásica del conocimiento tenemos un sujeto que conoce y un objeto a conocer; se establece una relación (conocer para los clásicos es la aprehensión inmanente de la realidad; yo lo incorporo no materialmente sino intencionalmente), y en esa incorporación de la realidad el sujeto es pasivo porque está incorporando; pero en esa pasividad se altera, se modifica porque incorpora la realidad y el objeto sirve de estímulo de esta actividad pero al mismo tiempo el objeto no se altera, no se modifica. Ya no se puede hablar del conocimiento en términos de pasividad/actividad, sujeto/objeto (términos opuestos) sino que dice: si lo entendemos de esta manera el conocimiento es copia, reproducción exacta de la realidad y por lo tanto el concepto de verdad que se deduce de allí tiene que ser adecuación, acomodación, concordancia entre lo que yo pienso, lo que yo conozco, y la realidad exterior; entonces volvemos a limitar. Siempre que yo quiero conocer de alguna manera está ese conocimiento bajo la influencia del interés del sujeto que conoce (todo otro gran tema: existe la objetividad absoluta?)


Cuál es la característica que se destaca inmediatamente en la respuesta simbólica: retarda la respuesta a la reacción inmediata, instantánea propia de los otros sistemas orgánicos. Cassirer se opone al conductismo? Cassirer se dirige a Aristóteles que definió al hombre como animal racional; la idea es mostrar la insuficiencia de esta definición, reemplaza esta definición como animal simbólico; la crítica está dirigida exclusivamente a Aristóteles, no está haciendo una crítica a una corriente psicológica (el conductismo es una corriente psicológica que obviamente descansa en un concepto de persona.) pero aquí por extensión nos estamos dando cuenta que también queda abarcada en la crítica el conductismo, pero en el texto se está diciendo: si reconocemos la estructura simbólica como aquella dimensión que se interpone entre el sistema efector y el sistema receptor acá nos es insuficiente la concepción aristotélica.
Ya en un perro hay un círculo funcional, y en la ameba también; pero si los comparamos son cualitativamente diferentes y a medida que vamos ascendiendo en la escala de los seres vivientes el comportamiento va ganando en complejidad.
“Símbolo... Artificial” Es artificial en el sentido de que el símbolo es una elaboración del hombre; es una realidad que uno hace, no con la que uno se encuentra. Es una manifestación artificial pero inherente a la esencia del hombre. No es lo dado, no se lo encuentra.

jueves, 14 de febrero de 2008

Cuatro definiciones de Diseño

Para acercarnos al punto podemos decir que el diseño es “toda acción creadora que cumple una finalidad”. Este acto creador “produce algo nuevo” para el hombre, la sociedad en general o para el sujeto individual y tiene como función “llenar una necesidad”. (R. G. Scott)

Scott, R.G., Fundamentos del Diseño, Leru, Buenos Aires, 1950



“...El diseño gráfico, visto como actividad, es la acción de concebir, programar, proyectar y realizar comunicaciones visuales, producidas en general por medios industriales y destinados a transmitir mensajes específicos a grupos determinados.” (J. Frascara)

Frascara J, Diseño gráfico y comunicación, Infinito, Buenos Aires, 1ª ed. 1988.


“...El objeto de conocimiento de la teoría del diseño (y también de la actividad práctica de los diseñadores), es el lenguaje del producto. Esta afirmación incluye las relaciones hombre-producto transmitidas por los sentidos; este lenguaje del producto se divide asu vez en las funciones estético-formales, las funciones indicativas y las funciones simbólicas” (Gros en Bürdek)


El diseño, al contrario que el arte, necesita de un fin práctico y lo encuentra ante todo en cuatro requisitos: ser funcional, significativo, concreto y tener un componente social
(Erlhoff en Bürdek)

Bürdek B., Historia. Teoría y práctica del diseño industrial, Gustavo Gilli, Barcelona, 1994.

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